Barcelona es una ciudad que no se queda quieta. Tiene arte, cultura, modernidad, ecología, playa, compras, arquitectura, gastronomía y más. En nuestro caso, en esta ocasión fue la puerta de ingreso a este viaje por Europa y la recepción fue sumamente agradable.
El aeropuerto está pensado para que ir y venir a la ciudad sea algo sencillo. Hay dos opciones: tomar el tren desde el aeropuerto y luego combinar con el subte o bien tomar un shuttle que hace algunas paradas y puede dejarte, por ejemplo, en la céntrica Plaza de Cataluña. Uno se siente seguro y tranquilo, y se mezcla rápidamente con las múltiples personas que caminan con sus valijas a cuestas rodando en conjunto por las calles barcelonesas. Qué gran impacto coincidir al salir de la boca del subte con la Casa Batlló. Es como si a uno le dijeran: “Haz llegado a Barcelona, ícono de la arquitectura, ciudad de Gaudí”. La Casa Batlló construida entre 1904 y 1906 en el corazón de la ciudad, es una de las obras más emblemática del genial arquitecto catalán. Gaudí dotó a la Casa Batlló de una fachada original, fantástica y llena de imaginación.
Barcelona tiene múltiples opciones de alojamiento, incluso en uno de los lugares más lindos para hospedarse como lo es la zona de Paseo de Gracia, que vendría a ser como una Avenida Alvear para nosotros. Uno puede alojarse en un hotel 5 estrellas o en hostal arriba del local de Louis Vuitton con un buen dormitorio, limpio, prolijo y excelentemente ubicado.
Como toda ciudad, hay que estar preparado para caminarla pues así se conoce mucho, aunque siempre está la opción de tomar los buses de hop on y hop off que te llevan a los puntos claves de interés turístico. También se puede optar por la red de subtes que es muy buena y combina con la de buses que también funciona muy bien. En el Paseo de Gracia se encuentran las grandes marcas internacionales (Apple, Zara, H&M, entre otras, lugares de perdición de las mujeres argentinas) y, por supuesto, dos de las obras de Gaudí emblemáticas, como la Casa Milá, que está en una esquina.
Siguiendo camino se puede recorrer la tradicional rambla, una especie de nuestra calle Florida. Allí se encuentran varios lugares muy apuntados a turistas para ir de tapas, aunque el lugar emblema para comer al paso es la famosa Boquería un mercado de comida lleno de pinchos de diversos gustos, pescados, jamón serrano, frutas. Es un lugar que invita a todos los sentidos.
Al llegar a la costa, a la Barceloneta, un paseo por la playa para poder ver el mar y el horizonte. Descansar al sol y meditar, y por qué no, juntar fuerzas para hacer un poco de shopping en el gran Maremagnum, el único centro comercial abierto en domingos y feriados. Allí encontrarán marcas como Victoria´s Secret, lugares de maquillaje y mucho más.
De regreso uno puede optar por caminar por la zona del barrio Gótico donde se tiene la sensación de ir metiéndose en otro siglo, es la zona más antigua de la ciudad y su centro histórico. El Cardus y el Decumanus romanos son los ejes de la urbanización histórica. Allí se encuentra la catedral de Barcelona. Vale la pena hacer un alto en la caminata y sentarse a tomar una copa de vino y unas tapas y ver la vida pasar. En Barcelona se ve gente de diversos estilos, algunos muy modernos, hombres vestidos con zapatos sin medias y los pantalones arriba de los tobillos, algunos muy antiguos y muchos turistas. Pero por sobre todas las cosas se ve mucha gente jóven.
Para los amantes del fútbol la atracción de ir a disfrutar de un partido del Barça en el famoso Camp Nou es una fiesta obligada. Todo el proceso es un paseo en sí mismo: ir, conocer el lugar, mezclarse con los fanáticos. Cantar y escuchar los vitoreos en catalán. Otro paseo obligado para quienes disfrutan de Barcelona es ir al Parque Güell, desde allí se puede tener una vista panorámica de la ciudad que luego se funde con el mar. Es ideal hacerlo en un lindo día ya que uno estará realizando caminatas por los diversos recorridos del parque. En él, está la casa de Gaudí donde se pueden apreciar algunos de los muebles que el arquitecto también diseñó. Una recomendación: si quieren recorrer el parque de Gaudí tiene un ingreso arancelado adicional. Recomendamos sacar las entradas por internet un día antes.
Otra hito a recorrer es Montjuic, es otra zona elevada de Barcelona. Allí se puede visitar el museo de Miró que es muy recomendable para quienes les gusta el arte. También está el museo de arte y la fuente mágica, hay parques para visitar que en primavera se encuentran llenos de tulipanes. Se puede ascender en teleférico y de paso tener una hermosa nueva vista de Barcelona desde el aire. Si uno va con chicos, o quiere ampliar el conocimiento sobre las diversas regiones de España, recomendamos también visitar el Poble Espanyol.
La verdad es que Barcelona hoy tiene mucho para dar a turista, y en especial al que le gusta mezclarse con los locales. Se puede disfrutar bien con 4 días o más. Es una ciudad nueva, renovada, pero con historia, con cultura, con deporte, con arte y mucho por descubrir.
Por @viaja2net
Casa Batlló y la Leyenda de Sant Jordi La Leyenda de Sant Jordi ha sido fuente de inspiración de muchos artistas. Antoni Gaudí la representó en la arquitectura de Casa Batlló para que con el paso de los años está fantástica tradición siguiera viva. En la azotea el lomo del DRAGÓN cobra vida con las tejas cerámicas en forma de escamas y es atravesado por la Cruz de cuatro brazos que evoca la ESPADA triunfante de Sant Jordi. En el último piso nos encontramos con un balcón en forma de flor aludiendo al BALCÓN DE LA PRINCESA. En pisos inferiores, se sitúan los restos de las víctimas del dragón a través de los balcones en forma de CALAVERAS y las columnas de la tribuna que parecen los HUESOS.