Soren Petersen, danés radicado en Argentina, creció comiendo y disfrutando de la comida autóctona de su país realizada en su casa como parte de una de las tantas familias danesas que eligieron nuestras tierras para radicarse. La comunidad danesa, si bien es pequeña en Argentina, durante los siglos XIX y XX aportó unos 18 mil ciudadanos convirtiéndose en la tercera comunidad más grande fuera del reino de Dinamarca, luego de Estados Unidos y Australia.
Soren o “El Vikingo”, como lo conocen sus amigos, un día decidió hacer un gran cambio y dejó una carrera de muchos años en la industria del turismo para, primero, realizar comidas a puertas cerradas en su casa, siempre con recetas típicas. Hasta que finalmente abrió su primer restaurante junto con Paula, su mujer, y así nació “La cocina del Vikingo” ubicado en QUO Container, uno de los centros comerciales más modernos de Maschwitz.
Los vikingos se pusieron más de moda gracias a la serie que lleva ese nombre y tener un lugar para disfrutar de su comida, genera intriga. “La cocina del Vikingo” tiene un ambiente sencillo en el que se puede disfrutar de buena comida y bebida, atendido por sus dueños. Los platos son abundantes y sabrosos. El pescado, principalmente el arenque, y el cordero son algunos de los elementos distintivos de la comida nórdica. Sus platos suelen ser sencillos y sabrosos. En esta oportunidad disfrutamos de un menú de 5 pasos maridado con la Bodega Saint Felicien. Comenzó con una sopa de espárragos, sutil, bien presentada con micro esferas de yema de huevo y sabor intenso.
Este plato fue acompañado con un Sauvignon Blanc. El segundo paso fue un Smorgardbord de lacha con salsa de curry. Ese es el típico plato de cocina vikinga y es algo sencillo: en palabras fáciles es una rebanada de pan montado con lacha, que es un tipo de pescado, y salsa de curry acompañado por un vino Chardonnay. El plato fuerte fue un exquisito Goulash de conejo y cordero con un puré mixto de papa y brócoli maridado con un exclusivo vino edición limitada Raúl Soldi Pinot Noir. Para el postre una mousse de chocolate con frutos rojos acompañada del vino dulce de Saint Felicien, Semillon Doux. La noche cerró con un café y un brindis con el Espumante Nature de la bodega.
Rico, saludable y con un precio lógico, “La cocina del Vikingo” es una propuesta distinta para disfrutar en pareja o en familia y sentirse, así, un poco de viaje.
Más info: @lacocinadelvikingo